¿Has atravesado alguna adversidad? Quizá perder un trabajo, experimentar la pérdida de un ser querido o vivir un fracaso muy grande. Muchas veces y sin darnos cuenta, nuestra falta de fe ante los problemas puede dañar nuestra relación con Dios, aunque estos no son los únicos problemas que pueden afectar a una relación con el Padre; vivir inmerso en la rutina y ser consumido por el mundo también puede ser un motivo de deterioro.
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4 consejos para vivir mejor
En nuestra vida atravesamos por muchas etapas, conmomentos buenos y con momentos malos, lo mismo puede ocurrir en nuestra vida cristiana si no estamos en una constante búsqueda de Dios.
Dios Pone una inquietud de nuestros corazones y espera a que seamos nosotros quien demos ese primer paso, por lo tanto, si quieres fortalecer tu relación con Dios estos consejos te podrán ayudar:
Como en toda relación, la comunicación es muy importante, tengo una conversación con él a través de la oración, toma un tiempo para dar gracias, Para presentarle tus sueños o platicarle sobre las inquietudes de tu corazón, comunícate con él a tu manera, él siempre está dispuesto a escuchar.
2. Ten a Dios presente en tu día a día
No importa la actividad que realices, ten presente a Dios en todo momento y comparte con él lo que sientes. Deja de traer a tus pensamientos las preocupaciones o los problemas que te atormentan; en lugar de eso, intenta hablar con Dios, repite versos que hayas memorizado o canta alguna alabanza.
3. Lee la biblia y reflexiona sobre la palabra
Dios también quiere comunicarse contigo, permite hacerlo a través de la lectura de su palabra, en ella encontrarás aquello que Dios quiere decirte.
4. Escribe cartas a Dios
Exprésale a Dios lo que sientes por medio de la escritura, este ejercicio te permitirá ver la gloria de Dios en tu vida.
5. Intenta silenciar el ruido del mundo para escuchar la voz de Dios
Dios está dispuesto a hablarte y a manifestar su amor por ti, apártate de la rutina y del ruido y concéntrate en Dios, destina un lugar para estar con él en lo secreto.
Dios está dispuesto a hablarte y a manifestar su amor por ti, apártate de la rutina y del ruido y concéntrate en Dios, destina un lugar para estar con él en lo secreto.
Recuerda, Dios está esperando por ti, búscalo y ofrécele tu corazón.
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