¿Estás en una relación de pareja? ¿Quieres tener una relación de pareja saludable? Éstas son 3 claves que te ayudarán.
Hablar de las “relaciones sanas” pueden dar una falsa apariencia de perfección; nada más alejado de la realidad. Como en toda relación las parejas tienen sus fortalezas pero también sus debilidades.
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Entonces ¿qué es una relación saludable? Estas se caracterizan no por ser perfectas, si no por el esfuerzo qué hay detrás para superar sus debilidades, aquellas parejas que trabajan en conjunto para superar sus problemas.
Como Mujeres Victoriosas y mujeres cristianas, sabemos que el único amor perfecto, es el amor que Dios ofrece a sus hijos. Por eso, para que una relación de pareja funcione, esta debe estar cimentada en Jesucristo y en su amor.
Es decir, dejar que Jesús tome el volante para que en la relación exista el amor y la admiración por el otro, el respeto, pues conocen su valor como hijos de Dios, exista el diálogo, siempre poniendo al centro a Dios y la confianza.
¿Quieres tener una relación saludable? Mira estas 3 claves:
Aprende a comunicarte
La comunicación es uno de los pilares más importantes en una relación saludable. Un buen diálogo de una forma asertiva permitirá que las discusiones se conviertan en algo constructivo y evitará crear rencores.
La clave de una buena comunicación es expresar lo que sientes evitando acusar al otro o incluso ofender. Por eso, cuando sea necesario dialogar, un consejo sano es no discutir mientras están molestos y siempre pidan la guía de Dios para hacerlo.
Respeta los límites del otro
Al iniciar una relación muchas veces olvidamos que existen límites para una sana convivencia, por eso, antes de iniciar una relación aprendan a conocer, establecer y respetar los límites del otro.
Por ejemplo, puede que a tu pareja no le guste que hablen de sus padres y en una discusión tú hagas señalamientos sobre sus padres.
Alto, comprende cuáles son los límites y aprende a no sobrepasarlos, busquen mantener siempre el respeto por la otra persona.
No intentes cambiar al otro
Muchas veces pasamos demasiado tiempo intentando cambiar a la otra persona, eso que no nos convence o nos desagrada.
Practica la empatía y recuerda que a pesar que somos creación de Dios, todos tenemos debilidad, por eso si quieres cambiar a alguien inicia por cambiar tu.
Aplica estos consejos y verás como su relación se fortalecerá en Dios y vivirán una relación saludable.
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