¿Has sentido el deseo de predicar pero no sabes cómo hacerlo? Estos 3 consejos te ayudarán.
Como Mujeres Victoriosas y mujeres de fe, somos llamadas a predicar, a compartir la palabra de Dios.

En Marcos 16: 14-16, Jesús, al igual que con los apóstoles, nos da la misión de predicar, llevar la buena nueva y compartir la Palabra.
¿Has sentido el deseo de predicar y el temor te ha paralizado? Recuerda, Dios nos llama a predicar y compartir su evangelio.

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Tú, cómo una Mujer Victoriosa, estás llamada a predicar, no temas y sigue estos consejos para lograrlo.
Todo creyente tiene una misión, predicar la palabra
Dios nos llama a compartir su palabra y proclamar el evangelio, a dar testimonio de Él, tenemos una misión, compartir sobre las maravillas de Dios predicando su Palabra.

Sal y predica la Palabra
Al igual que los apóstoles en Marcos 16:20, nosotras también debemos predicar y compartir sobre el amor de Dios. Transmite y refleja el amor de Dios.
¿Pero cómo puedes hacerlo? No hace falta un púlpito para predicar, como mujeres victoriosas y mujeres cristianas; estamos llamadas a compartir la palabra en todo lugar, con amigas, en reuniones familiares, en la escuela.
Una verdadera mujer cristiana en Dios, predica con sus acciones, con sus palabras, dejando que sea Dios quien hable por ella y manifieste su amor.

Comparte y predica lo que Dios ha hecho en ti
Comparte tu testimonio, comparte sobre el poder de Dios en tu vida, como te ha transformado.
Predica sobre las maravillas que Dios ha hecho en ti, como Dios te sanó, como él te liberó y te hizo una nueva criatura en Él.
No tienes que recitar versos de la biblia, tu testimonio tiene poder, cuando compartes lo que Jesús ha hecho en tu vida, es una manera poderosa de predicar.
Ánimo Mujer Victoriosa, Dios quiere usarte para compartir y predicar su palabra. Aprovecha cada momento y cada oportunidad para hablar de las maravillas de Dios y darle gloria.

Recuerda, Dios está contigo, ayudándote y poniendo las palabras adecuadas en tus labios para predicar su palabra. Déjate utilizar por Dios y sé un instrumento en sus manos.
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