El respeto es la manera en que nos ven, que se conquista basados en la confianza que inspiramos en los otros mediante las relaciones que fomentamos y las acciones que realizamos.
Por lo general, solemos respetar a las personas que demuestran características admirables. En ese sentido, solemos admirar cualidades como pueden ser: la generosidad, la bondad, la sinceridad o la discreción.
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Lo primero que debemos hacer para que los demás nos respeten es, sin duda, tratar con respeto a las otras personas. De ninguna manera podemos esperar que se nos trate de una forma que nosotros no ponemos en práctica.
Mantén tu palabra
Más vale pocas y verdaderas promesas, que muchas y que sean falsas. El cumplir tu palabra hace que las personas se sientan seguras contigo, ya saben qué esperar de ti y eso les da tranquilidad.
Sé amable
Siempre sé educado con cualquiera con quien convivan durante el día, desde los miembros de tu familia hasta tus compañeros de trabajo, hasta la persona en la entrada del supermercado. Dales a los demás el mismo respeto que te gustaría recibir.
Establece tus límites
Debes de tener muy claro, por qué cosas no estás dispuesto a pasar de ninguna manera; y de esta forma hacérselo saber a los que te rodean. Y asegurarte que efectivamente no los traspasen; es decir, que los respeten.
No pongas excusas
Tus acciones están basadas en tus decisiones y, a menos que sea una circunstancia que está fuera de tu control, no hay razones para excusas. Hazte dueño de tus acciones.
Respeta tu tiempo
Para hacer las actividades que te gustan, tienes que disponer de un tiempo. Es tuyo y así lo tienes que hacer saber. Si dejas eso claro, los demás respetarán tu tiempo y a ti.
Escucha bien
Escuchar es un proceso activo y no pasivo. Piensa antes de hablar. Muy frecuente en las conversaciones de hoy, los comentarios de una persona “desencadenan” pensamientos en el oyente, quien entonces trae su historia en las mismas líneas.
Trátate bien
Tú le enseñas a la gente a que te trate como tú quieres y te gustaría ser tratado.
Acepta los elogios
Cuando te hagan un elogio, simplemente da las gracias por él. No hagas comentarios del tipo, “bueno… no es para tanto”, o “no te creas, no soy tan bueno…”. Recuerda el punto de arriba, hablar bien de ti.
Debes tener voluntad para cambiar
Haz un esfuerzo para crecer como persona, aprender nuevas habilidades y modificar algunas de tus respuestas automáticas.
No olvides felicitarte a ti mismo del progreso que has hecho en tu camino para convertirte en una mejor persona.
Muestra integridad
Ser íntegro es inculcar y moldear intencionadamente una cultura de valores con el fin de luchar por un bien común. Es, sencillamente, pensar igual a como se actúa, y al revés.
Busca siempre la grandeza
Nunca te conformes. Mantente firme en la creencia de que lo mejor está por llegar. Inspira y conviértete en una persona influyente. Y el respeto vendrá solo.
Ser digno de confianza, inspirar a los demás y ganar el respeto de las demás personas se logra tomando en cuenta estas características y acciones. Así, en el tiempo, empezarás a sentirte una persona respetada por quien eres y por tu estilo personal.
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