Desde muy pequeñas las mujeres estamos expuestas a comentarios y críticas de familiares y amistades que repercuten en nuestra autoestima. Críticas relacionadas a nuestra inteligencia, aspecto físico y acerca de qué creen otros que podemos o no podemos lograr. Son estas experiencias que muchas veces nos convierten en mujeres miedosas.
Y sin darnos cuenta, estas críticas siembran miedo, temor e insuficiencia. Como digo en mi libro Mujeres Victoriosas “Los comportamientos basados en el temor impiden nuestro crecimiento y nos mantienen indefensos”, página 29.
Llegamos a creer todas las críticas destructivas que nos dicen, dando lugar a que comentarios despectivos generen temor e inseguridad en nuestras mentes y almas. Olvidándonos de las virtudes y capacidades excepcionales que poseemos las mujeres.
¿Por qué sentimos temor?
Sentimos temor porque no creemos en nosotras mismas. Porque tenemos en mente la errónea idea que no somos suficientemente atractivas, inteligentes e interesantes. No reconocemos nuestro valor como hijas de Dios, y esta creencia muchas veces nos hace olvidar que tú y yo estamos en esta tierra para vivir con un propósito único.
Ese temor nos impide tener el impulso para trazarnos metas y luchar para alcanzarlas. Ya que el temor muchas veces nos paraliza al punto que no podemos culminar una carrera universitaria, emprender un negocio o formar una familia. Es importante encarar todo temor que nos persigue desde niñas, dar el paso de confiar en nuestras capacidades y lo más importante, fortalecer nuestra fe.
A continuación, te presento temores que probablemente has sentido y cómo se pueden reemplazar con afirmaciones basadas en la fe:
Mentiras basadas en el temor | Verdades basadas en la fe |
Dios no me ama porque he cometido muchos pecados. | Dios es fiel para perdonar y su amor es incondicional. |
No soy amada ni importante. | Soy una creación admirable, y soy hija de Dios. |
No he hecho lo suficiente para agradar a Dios. | El Señor conoce mi corazón y mi amor por Él y se deleita con gozo por mi. |
He ofendido a Dios y ya no tengo su favor. | Dios es lento para la ira y grande en amor. |
Libro Mujeres Victoriosas, página 32.
Pasos prácticos a seguir para dejar de sentir temor:
1. Declárate como mujer victoriosa, hija de Dios merecedora de triunfos y éxitos en cada proyecto o actividad que emprendas. Confía en que Dios nunca te abandonará.
2. Escribe afirmaciones y pégalas en tu espejo del baño para repetir cada mañana.
Por ejemplo:
Soy una mujer agradecida
Soy única
Soy inteligente
Soy sabia
Soy una luz para el mundo
4. Pídeles a personas de confianza que te describan, en una palabra. Escribe cada cualidad en una hoja y colócalas en un lugar visible de tu casa para recordar constantemente lo que representas en la vida de otras personas.
¡A partir de hoy, vive sin temor y fortalece tu fe!
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