En la vida hay momentos en los que los planes que imaginamos parecen desvanecerse y el camino se llena de incertidumbre. Tal vez oraste por algo que no se cumplió o esperabas una respuesta que no llegó como querías.

En esos momentos, es fácil preguntarse: “¿Dónde está Dios en todo esto?”. Pero la verdad es que Su plan siempre es perfecto, incluso cuando no lo entendemos.
Los tiempos de espera no son tiempos perdidos
El hecho de que algo tarde no significa que Dios se haya olvidado de ti. Muchas veces, esos periodos de espera son parte del proceso para fortalecer tu carácter, tu fe y tu dependencia de Él.

David esperó años antes de convertirse en rey, pero en ese tiempo aprendió a confiar profundamente en la provisión y guía de Dios.
Su plan siempre es para tu bien
Romanos 8:28 dice que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”. Esto incluye tanto los momentos de alegría como los de dificultad.

Aunque no siempre entendamos el “por qué” de lo que pasa, podemos estar seguras de que Él está obrando a nuestro favor.
Aprende a soltar y confiar
Parte de experimentar el plan perfecto de Dios es soltar el control. Cuando dejamos de insistir en que todo se haga a nuestra manera, abrimos espacio para que Él obre de forma sorprendente.

Su plan no es solo perfecto, sino también mucho mejor de lo que podríamos imaginar.
Aunque no veas todo el panorama hoy, recuerda que Dios está trabajando en silencio y con amor. Él conoce tu corazón, tu historia y tu futuro. Descansa en la verdad de que Su plan es bueno, agradable y perfecto para ti.