Aún cuando pensamos que estamos solas Dios habla a nuestras vidas, mostrando que Él siempre es fiel a sus promesas, siempre y cuando tengamos un corazón temeroso ante Él. Son momentos clave en tu vida los que demuestran y ponen a prueba tu fe.
¿Qué es lo que Dios espera de un corazón temeroso?
Durante nuestra vida cristiana somos puestas a prueba en distintos momentos que nos ayudan a acercarnos más a Dios, quizá estés atravesando una de estas pruebas, ya sea por una duda, por alguna situación difícil; pero es en ese momento cuando podemos experimentar la presencia de Dios en nuestras vidas. Dios siempre ha sido y será fiel a sus promesas en todo momento y muchas veces permite que vengan a nosotros pruebas que fortalezcan nuestro temor en Él.
¿Quieres incrementar tu temor en Dios? Pon en práctica estos consejos que te ayudarán:
Ora: Tener una comunicación constante con el Señor ayuda a fortalecer nuestra relación con Dios, por eso debemos buscar en la oración una herramienta para hablar con Dios, ora es tener confianza y esperar que aquello que has pedido está conforme a la voluntad de Dios.
Lee su la Palabra: Por medio podemos ver cómo es que Dios entrega a nosotros sus promesas, revelaciones y verdades que nos alimentan el espíritu y fortalece nuestro temor en Él.
Reconoce el poder de Dios: Para fortalecer nuestro temor en Dios aprendamos a reconocer sus atributos de soberanía, santidad, poder, omnipotencia, inmensidad y gran amor Ríndete ante Él y reconoce que Dios es más grande y más poderoso que cualquier problema o adversidad.
Él permanece fiel a sus promesas y en su palabra entrega estas promesas a quienes son temerosos:
Salmos 34:7: El ángel del SEÑOR acampa en derredor de los que le temen, y los libra.
Josué 1:5: Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé.
Levítico 26:11-12: Yo pondré mi morada entre ustedes, y mi alma no los abominara. Andaré entre ustedes y seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo.
Génesis 28:15: He aquí que yo estoy contigo; yo te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra. No te abandonaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
Luchemos juntas para alcanzar estas promesas, siguiendo los consejos que te hemos dado, pues en medio de todo y aunque no le merezcamos Dios nos ama y nunca nos desampara.
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