Cómo invitar a Dios a tus rutinas diarias como mujer ocupada

La vida de una mujer suele estar llena de múltiples responsabilidades: trabajo, familia, estudios, compromisos sociales y ministeriales. Entre tantas tareas, puede parecer difícil encontrar tiempo para Dios. 

YouTube player

Sin embargo, la buena noticia es que no se trata solo de separar “un momento” para Él, sino de invitarlo a estar presente en cada aspecto de nuestra rutina.

Cuando aprendemos a caminar con Dios en lo cotidiano, descubrimos que nuestra fe no se limita a un devocional matutino, sino que se convierte en una relación constante y viva.

Comienza tu día entregándole tus cargas

Antes de revisar tu teléfono o correr con tus pendientes, dedica unos minutos en oración. No importa si es breve, lo importante es poner tu corazón en las manos de Dios.
Puedes decir: “Señor, este día es tuyo, guíame en cada decisión”.

Versículo clave: “Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará” (Salmo 37:5).

Llena tu entorno con Su Palabra

Mientras haces tus actividades diarias, escucha alabanzas o podcasts cristianos. Deja que la Palabra de Dios te acompañe mientras cocinas, manejas o haces ejercicio.

Esto transforma incluso las tareas más rutinarias en momentos de comunión.

Haz pausas de gratitud

En medio de tu jornada, respira profundo y agradece a Dios por lo que estás viviendo. Un corazón agradecido cambia la perspectiva y nos recuerda que no estamos solas.

Tip práctico: coloca alarmas en tu celular que digan “Pausa de gratitud” para recordarte levantar una oración breve durante el día.

Invita a Dios a tus decisiones pequeñas

No esperes a buscar a Dios solo en los grandes problemas. Pregúntale también en lo cotidiano: “¿Qué debo responder?”, “¿Cómo debo tratar a esta persona?”, “¿Qué es lo mejor en este momento?”. Su guía trae paz y dirección.

Termina el día en Su presencia

Así como empezaste tu día con oración, ciérralo agradeciendo a Dios por sus cuidados. Haz un breve repaso de tu jornada y reconoce dónde viste Su mano obrando.

Versículo clave: “En paz me acostaré y dormiré, porque solo tú, Señor, me harás vivir confiado” (Salmo 4:8).

Un mensaje para tu corazón

No importa cuán ocupada estés, Dios quiere ser parte de tu vida en cada instante. Al invitarlo a tus rutinas, descubres que su paz llena tus días, su fuerza te sostiene en las cargas y su amor transforma lo ordinario en extraordinario.

Oración:
Señor, enséñame a buscarte en lo cotidiano. Que mis rutinas no me alejen de Ti, sino que sean la oportunidad para caminar a tu lado en todo momento. Amén.

Share it :
0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments

DEBES LEER

Post Populares

Artículos de interes…

0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x