¿Qué haces cuando te encuentras en un problema?
Experimentar situaciones difíciles resultan hacer mucho daño a nuestra vida y nuestro corazón. La falta de FE es la que hace que nuestra relación con Dios se quebrante.
La falta de FE no es el único factor que afecta nuestra relación con el Señor; pero suele suceder que vivir en una angustia constante de la rutina nos hace que nos olvidemos de cuidar nuestra relación. Lo olvidamos y dejamos de lado lo importante que es tener presente a Dios en nuestra vida.
A pesar de los buenos o malos momentos debemos aprender y recordar tener siempre presente a Dios en cada área de nuestra vida. Por más pequeña o grande que esta sea, Él siempre estará presente apoyándote y dándote fuerzas cuando las necesites.
Al momento que nos estamos alejando de Dios, Él pone una inquietud en nuestros corazones para que seamos nosotros quienes nos acerquemos de nuevo a Él. Así volvemos a fortalecer nuestra relación con Dios.
Me alejé… ¿Cómo puedo fortalecer mi relación con Dios?
Habla con Él
Cuéntale cómo estás, cómo te sientes. El primer paso para tener una buena relación es la comunicación. Así que no te canses de hablar a diario con él y fortalecer tu relación día a día con tu Dios. Él siempre va a escucharte y abrazarte.
Involucra a Dios en tu día a día
Toma en cuenta a Dios al momento de tomar decisiones. Toma en cuenta a Dios al momento de involucrar a alguien nuevo a tu vida. Pregúntale a Dios si estás yendo por el camino que Él desea. PIDE SABIDURÍA.
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídala a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.
-Santiago 1:5
Y será Él quien te dará sabiduría para que puedas mejorar tu relación con Dios día a día.
Nutre tu vida de la palabra del Señor
El señor nos ha dejado su palabra para poder ser sabias y poder actuar conforme el Señor nos ha dicho. Honrando a nuestro Señor con cada una de nuestras acciones podremos vivir más cerca de Él y tener una buena relación con Él cada día.
Aparta un momento al día para tu Dios.
Organiza tu tiempo y delega un momento del día para hacer tu devocional. Dale esa importancia y tiempo de tu vida al señor de señores. Él se lo merece y ese tiempo será de bendición para tu vida.
Recuerda querida Mujer victoriosa, aún si en este momento te has alejado del Señor y de sus caminos, siempre puedes volver a Él. Dios siempre te esperará con los brazos abiertos. Eres su hija y para Él será un gusto tenerte en sus brazos de nuevo. Cuidándote y amándote como nadie lo hará jamás.
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