Tarde o temprano todas enfrentamos críticas, algunas injustas y otras que duelen más de lo que quisiéramos admitir. Pero como mujeres de fe, tenemos la oportunidad de responder de una manera diferente: con gracia y con confianza en Dios.

1. Recuerda tu identidad en Cristo
Las palabras negativas pueden intentar definirnos, pero nuestra verdadera identidad no viene de los demás, sino de lo que Dios dice de nosotras: amadas, escogidas y valiosas.

2. Elige la respuesta correcta
No siempre podemos controlar lo que otros dicen, pero sí podemos decidir cómo responder. Guardar silencio, orar por quien nos hiere o responder con amor son decisiones que muestran madurez espiritual.

3. Aprende a filtrar las palabras
Algunas críticas pueden contener algo de verdad que nos ayuda a crecer; otras simplemente reflejan la frustración de quien las dice. Pide sabiduría a Dios para discernir qué recibir y qué dejar pasar.

4. Mantén tu mirada en el Señor
Cuando las críticas intenten desanimarte, recuerda que tu propósito viene de Dios, no de la opinión de las personas. Él es tu refugio y tu sostén en todo momento.
Un mensaje para tu corazón lleno de esperanza
Las críticas no tienen que destruirnos; pueden ser una oportunidad para reflejar la gracia de Dios en nosotras. Cuando caminamos en fe, descubrimos que nada externo puede apagar la luz que el Señor ha puesto en nuestro interior.
