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COMBATIENDO LA

ANSIEDAD

¡Vence el estrés, la ansiedad y la inseguridad de una vez por todas!

COMBATIENDO LA

ANSIEDAD

¡Vence el estrés, la ansiedad y la inseguridad de una vez por todas!

¿Ansiedad? ¿Estrés?

¡Combátela!

En este libro Jessica cuenta su conmovedora historia y revela los cuatro pilares que le han dado
la victoria sobre la ansiedad al desarrollar una vida balanceada. También comparte consejos
que ha recibido de profesionales de la salud y de otras amigas y mujeres victoriosas, quienes en
sus momentos de crisis se atrevieron a pedir, buscar y recibir ayuda

APRENDE A COMO COMBATIR CON LA ANSIEDAD

¡Vence la ansiedad y la inseguridad de una vez por todas!

APRENDE A PODER COMBATIR CON LA ANSIEDAD

¡Vence la ansiedad y la inseguridad de una vez por todas! 

PRESENTADO EN

Este libro fue presentado con el gran apoyo de:

¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?

Se conoce como la manera en la que nuestro cuerpo envía señales de tener muchas actividades sobre ti y terminas llenando tu mente con todas esas cosas. Es difícil de controlar y afecta la forma en que te sientes físicamente y mentalmente. A menudo sucede junto con otros trastornos de ansiedad o con la depresión.

5/5

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?

-Temblor en el cuerpo
-Preocupación sin razón
-Miedo a que algo malo pueda pasar
-Se cierra tu garganta
-Falta de aire al respirar
-El corazón empieza a latir con rapidez
-Sudor, etc.

UNA VIDA CON ANSIEDAD

Nauseas

Taquicardias

Miedo extremo

Sensación de ahogo

Temblores mareos

ESTE LIBRO TE LLEVARA A...

UNA VIDA SIN ANSIEDAD

Cambiar la forma de mirar las cosas

Cambiar tu manera de pensar

Buscar ayuda

Dejar de enfocarte en el problema

Enfocarte en lo positivo

"QUE LA ANSIEDAD NO APRISIONE TU VIDA"

TESTIMONIOS

“Mi cuerpo empezó a pasar factura al grado de que por mucho estrés se me congeló un lado de la cara y poco a poco empecé a notar, sudoración, me faltaba el aire al respirar y otros síntomas, es ahí donde me doy cuenta que algo estaba afectando mi salud”

“Mi cuerpo empezó a pasar factura al grado de que por mucho estrés se me congeló un lado de la cara y poco a poco empecé a notar, sudoración, me faltaba el aire al respirar y otros síntomas, es ahí donde me doy cuenta que algo estaba afectando mi salud”

¿POR QUÉ ESCRIBÍ ESTE LIBRO?

“Por obediencia a Dios, él me hizo ver que debía hablar sobre lo que yo pasé y como fui encontrando maneras para combatirla poco a poco”.

¿COMO ME ENTERÉ QUE TENIA ANSIEDAD?

“Mi cuerpo empezó a pasar factura al grado de que por mucho estrés se me congeló un lado de la cara y poco a poco empecé a notar, sudoración, me faltaba el aire al respirar y otros síntomas, es ahí donde me doy cuenta que algo estaba afectando mi salud”

¿LA ANSIEDAD TIENE GÉNERO?

“Tanto hombres como mujeres pueden llegar a presentar síntomas, La Ansiedad no tiene género”.

¿POR QUÉ DEBERÍAS LEERLO?

b

PASO A PASO

Encontrarás pasos importantes para controlar los síntomas y sabrás qué hacer en esos momentos de Ansiedad.

a

HÁBITOS

En este libro podrás adquirir consejos para incluir en tu vida hábitos con los cuales puedes mejorar tu salud como por ejemplo: el ejercicio, buena alimentación y cómo llevar con calma tu vida.

a

PAZ MENTAL

Al renovar nuestros pensamientos nuestra mente llegará a tener esa paz que necesita en momentos de ansiedad

b

PREVENCIÓN

La ayuda es necesaria, no dudes en buscarla porque puedes estar a tiempo de controlar La Ansiedad.

TESTIMONIOS

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TESTIMONIOS

“Mi cuerpo empezó a pasar factura al grado de que por mucho estrés se me congeló un lado de la cara y poco a poco empecé a notar, sudoración, me faltaba el aire al respirar y otros síntomas, es ahí donde me doy cuenta que algo estaba afectando mi salud”

PREGUNTAS FRECUENTES

La ansiedad es una emoción que se caracteriza por sentimientos de tensión, pensamientos de preocupación y cambios físicos. Las personas con trastornos de ansiedad se caracterizan  por pensamientos invasivos recurrentes. Pueden evitar ciertas situaciones por preocupación

Se le llama así a la manera de encontrar una solución natural para nuestro cuerpo, ya sea con hierbas naturales, ejercicio y buenos hábitos.

Si, porque ayuda a relajarte, a que tu sistema nervioso empiece a encontrar paz y a que tu mente se aleje de pensamientos negativos.

Más de 260 millones de personas de personas padecen un trastorno de ansiedad, un trastorno lleno de temores, estrés y pensamientos llenos de negatividad.

No soy perfecta, nadie lo es, pero siempre he tratado de dar lo mejor de mí al mundo entero y creo que es bueno darte un tiempo para ti misma.

Existen muchas formas de controlar La Ansiedad, no la eliminará por completo pero te ayudarán a manejar mejor tus emociones, como por ejemplo:
El ejercicio, comer saludable, organizar tus actividades, etc.

Porque los pensamientos que están llenos de alegría les indican a nuestra mente que nada malo está pasando, pensar positivamente nos ayuda a mejorar nuestras emociones y sentimientos haciendo que la preocupación y miedo salgan de nosotros.

Adquiere tu copia en formato impreso y digital (e-book) en Amazon . También en Walmart ,
librerías y tiendas online en Estados Unidos, Canadá, México y en selectos países de
Centroamérica, Suramérica y en la página web www.jessicadominguez.com  

RECOMENDADO POR

Josh y Sayra Morales integrantes de Miel San Marcos y Eddie “Piolín” Sotelo Locutor de Radio nos hacen una bella recomendación:

Josh y Sayra Morales integrantes de Miel San Marcos y Eddie “Piolín” Sotelo Locutor de Radio nos hacen una bella recomendación:

ENTREVISTAS

Aquí podrás ver las entrevistas realizadas a la Autora Jessica Dominguez desde diferentes medios donde nos comparte la experiencia de escribir su nuevo libro

Aquí podrás ver las entrevistas realizadas a la Autora Jessica Dominguez desde diferentes medios donde nos comparte la experiencia de escribir su nuevo libro

¿QUIERES LEER LA 10 PRIMERAS PÁGINAS DE "Combatiendo la Ansiedad"?

5/5

Combatiendo la Ansiedad, Primeras 10 páginas

INTRODUCCION

¡Cuidado!
las apariencias engañan!
Incluso a nosotras mismas.

El vestido azul marino acentuaba su figura. Ella sabía que una mujer profesional siempre debe lucir radiante. Completaban el conjunto una chaqueta roja que combinaba con el púrpura de sus zapatos, uno de sus colores favoritos porque la hacía sentir llena de energía. Parecía que ni un cabello estaba fuera de lugar. Su peinado y maquillaje le daban un aire de celebridad. Irradiaba seguridad y atraía miradas, aunque en esa conferencia no tenía ninguna responsabilidad más que sentarse a escuchar, observar y aprender. ¡Estaba más que lista para recibir todo lo que las conferencistas le brindaran!
Había esperado esa ocasión durante semanas. Un día entero para disfrutar tomando notas sobre temas que le interesaban. En cada charla, buscaba captar perlas de sabiduría para su vida personal y profesional. No podía estar más feliz que en esa conferencia en un hotel en Beverly Hills, invirtiendo valioso tiempo de aprendizaje al escuchar sobre los logros y experiencias de mujeres profesionales de entre veintidós y setenta y cinco años.
Un tema que llamó su atención, fue el énfasis de los panelistas en motivar a los asistentes a soñar y esforzarse por alcanzar sus metas, siempre dando lo mejor de sí mismos. Hablaron sobre ser realistas y recomendaron invertir tiempo, aprender a cuidar de nuestro bienestar porque no podría hacerlo costar caro.

Expongamos que las mujeres tendemos a olvidar que debemos respetar el proceso de cada una de nuestras etapas. Por ejemplo, cuando somos madres de hijos pequeños, cuando debemos cuidar de nuestros hijos necesidades con especiales, cuando debemos luchar para salvar nuestro matrimonio, y cuando nos toca cuidar de nuestros padres ancianos. Afortunadamente, en ese sentido, ella se sintió tranquila. No necesitaba gritarlo a los cuatro vientos, pero sabía que en cada paso que diera como mujer, como madre y como profesional, ella tiene toda su alma en dar lo mejor de sí. Sentía en su corazón que ese compromiso era aplicable para ella como esposa, madre, profesional, empresaria y mentora .Su liderazgo logró un amplio grupo de profesionales que daba todo en cada batalla, y que no descansaba hasta su objetivo.

Otro tema que le resultó interesante fue ver la cantidad de profesionales que había invertido su tiempo y había dedicado su carrera a cambiar el mundo, un mundo que generalmente comenzaba en su hogar. Para las oradoras, tanto como para ella, su mayor logro era su familia y su hogar, sus hijos y su matrimonio. Se sintió muy conmovida al escucharlas compartir, con transparencia, algunos de sus sacrificios y pérdidas personales. Le encantaba oír el testimonio de ese grupo de mujeres profesionales que había cambiado la vida de personas a su alrededor, al realizar actos de servicio en su trabajo y en su casa. Era evidente que el interés de todas ellas era usar sus talentos para hacer lo correcto, incluso si implicaba incontables noches en vela estudiando para encontrar la forma de ayudar a los demás a mejorar su vida.

Una vez más se sintió en calma y satisfecha de hacer lo
correcto al perseguir y vivir su propósito a diario. Cerró sus ojos y una sonrisa iluminó su rostro mientras agradecía a Dios permitirle cambiar vidas a través del trabajo que hacía con su equipo. ¡Qué honor representar diariamente a personas merecedoras de un mejor futuro en la sociedad norteamericana! La satisfacción parecía doble: la profesional al cumplir con su labor y la personal que se convertía en una felicidad indescriptible cuando ella y su equipo evitaban la separación de una familia.

Los minutos y las horas volaron en esa jornada repleta de tanta energía positiva y de historias de éxito. Luego de cada presentación de los panelistas hubo una sesión de preguntas y respuestas con un denominador común: el deseo de los participantes de aprender de las expertas sobre cómo lograr el equilibrio entre su trabajo y su familia. ¡Vaya coincidencia! Ella precisamente había investigado sobre este tema en años recientes y no había encontrado una respuesta contundente.

¿Cómo alcanzar el equilibrio entre la vida profesional y familiar? ¿Cómo saber si afecta a tu familia por dedicar mucho
tiempo y energía al trabajo o viceversa?

Llamó su atención la respuesta de un panelista que tenía alrededor de sesenta o sesenta y cinco años. “El equilibrio en realidad no existe. Cuando estás en el trabajo, debes dar todo lo que tienes y dedicarle un tiempo adecuado. Lo mismo aplica cuando estás en casa, y también aplica en otras áreas de tu vida: tienes la responsabilidad de dar siempre lo mejor de ti”, aseguró. También dijo que lo más importante era analizar cómo se sentía cada una de ellas al final del día, de la semana o del mes. ¿Están satisfechas o sienten que fueron mediocres en ambas áreas de su vida? Además, agregó que la clave estaba en nuestra vivencia personal y no en lo que la sociedad ha definido como el equilibrio entre la vida profesional y familiar. Cuando una de las participantes le preguntó: “¿Qué le dirías a tu yo de veinticinco años?”. Ella le respondió: “Me diría que la vida es una maratón, no una carrera de velocidad”. Mmm… esas palabras la dejaron pensando.
AI meditar un poco sobre lo que dijeron las panelistas, se dio cuenta de que a veces debemos experimentar una pérdida o recibir una señal que nos envía el cuerpo —una no muy positiva, precisamente— para descubrir que, aunque hacemos una diferencia en millas de personas o damos al mundo lo mejor de nosotras, a menudo no vemos o escuchamos lo que nuestro yo verdaderamente anhela o quisiera experimentar.
Ella sabía que un cuerpo, una mente y un espíritu saludables nos permiten ser más asertivas con nuestros aportes. De lo contrario, si algo de eso falta, es imposible continuar cumpliendo nuestro propósito con la misma energía y satisfacción. Agradeció a Dios porque creía que el sentido común la había guiado a una vida familiar y profesional satisfactoria.

¡Estaba feliz! De nuevo cerró los ojos susurrando: “Gracias,
Dios, gracias…”, aunque no se imaginó lo que estaba a punto de experimentar.
Antes del almuerzo, un taller despertó su curiosidad. Se titulaba “Estrategias basadas en la ciencia, no solo para sobrevivir como profesional sino para vivir exitosamente”. La descripción del taller mencionaba la importancia de manejar el estrés. Encontró interesante el tema porque sabía que el estrés es parte de la vida diaria. De hecho, había escuchado muchas veces que causaba estragos en la salud si las personas no podían controlarlo, especialmente cuando se lleva una vida muy agitada. ¿Sería posible que de alguna forma presintiera lo que le esperaba? Nunca lo sabría, pero participar en ese taller resultaría crucial para su futuro.
Durante la presentación, compartieron algunos estudios
e investigaciones recientes que revelaron impactantes conclusiones: muchos profesionales consumían drogas o sustancias

ilegales al sentirse incapaces de lidiar con el estrés cotidiano. De esa forma, contrarrestaban la ansiedad, depresión o fatiga crónica en cierto punto de su carrera. Además, enfatizaron la urgencia de encontrar soluciones a este mal que silenciosamente ha impactado a muchos. La recomendación era ponerle atención al autocuidado preventivo; para algunos podría parecer un tanto egocéntrico, pero enfatizaron que era necesario el cuidado personal para disfrutar de una vida exitosa, sin quedarse atascadas en modo de supervivencia.
Antes de que el taller finalizara, una experta profesional en guiar a los demás para encontrar formas de responder positivamente al estrés, invitó a todas las participantes a relajarse y hacer algunos ejercicios de respiración durante diez minutos. Ella los hizo y sintió que pudo separarse de su mente cargada, que alcanzar la paz y tranquilidad durante
algunos intervalos. En los días sucesivos, recordaría esos ejercicios de respiración y llegaría a entender su importancia.
Compartió la hora del almuerzo con mujeres profesionales tan comprometidas con sus profesiones como ella y escuchó lo parecidos que eran en su pasión por contribuir con la sociedad y cuidar de su familia. Cada una expresó lo difícil y estresante que era la vida de una profesional con responsabilidades familiares. Aunque se dio cuenta de lo duro que era para todas lidiar con el estrés, estaba muy contenta de conocer a tantas mujeres exitosas que la inspiraban y le contagiaban increíble energía positiva para seguir adelante.

La ansiedad aparece en cualquier momento
Una hora después del almuerzo, recibió un mensaje de texto: “Por favor, necesitamos que nos envíe audio del tema que

estamos preparando…”. Su equipo la urgía con ese pedido inesperado que la perturbó, porque no sabía cómo cumplir la tarea de grabar en medio de la conferencia. Abandonó el salón donde se estaban dando los talleres en busca de un espacio vacío para realizar la grabación. De repente, apareció un “ángel” y le dio acceso a un salón desocupado. Aunque el audio duraba solo dos minutos, le llevó casi media hora grabar y grabar su voz hasta que sintió que todo había salido lo suficientemente bien como para enviar el material.
En ese momento, se dio cuenta de que su corazón latía muy rápido y que sus axilas estaban húmedas de sudor. Se preocupó un poco, pero se tranquilizó cuando envió la grabación y volvió a la conferencia. Al final del día, agradeció a Dios por las mujeres exitosas que había conocido, por los mensajes, las lecciones aprendidas, y por todo el conocimiento que absorbió. Se sintió gozosa de haber asistido a una
conferencia tan importante.
Al salir del hotel, su esposo la estaba esperando para ir a cenar. Ella estaba entusiasmada por contarle todo lo que había aprendido y lo satisfecha que se sintió. Pero el sonido de notificación de un mensaje en su teléfono la interrumpió. Su equipo le pidió que volviera a enviar la grabación porque la anterior no había funcionado.
Le pidió a su esposo que se estacionaran en algún lugar para grabar nuevamente. Intentaron varias veces y finalmente la enviaron, pero el audio no quedó bien. La llamaron tres veces más y tuvo que grabar y regrabar. Fue un poco desconcertante. Por segunda vez sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo, además de los descontrolados latidos de su corazón y la excesiva transpiración. Ignoró los síntomas sumergidos como estaba en el proceso de grabar el mensaje y enviarlo, para finalmente disfrutar de una tranquila velada con su esposo.

jCuidado! 19

De regreso a su casa, luego de la cena, sonó el teléfono. Grabar de nuevo los mensajes? ¡No era posible! ¿Por qué no estaba funcionando el proceso? Ufff, ni modo, había que apresurarse para llegar a casa, grabar y enviar otra vez. Hasta ese momento ella había puesto su mejor cara, intentando ocultar su preocupación y un alto nivel de estrés. No quería que su esposo se diera cuenta y se preocupara. Pero las cosas se salieron de control.

El cuerpo nos pasa factura
Durante los quince minutos que le Ilevó hacer las grabaciones y enviar el material nuevamente, su ojo izquierdo comenzó a temblar. Era una palpitación constante que no se
detenía. Ella ya había experimentado algo así en el pasado, incluso ese mismo día, pero le había restado importancia. El
problema en ese momento era que ya no solo le temblaba el ojo, sino que también tenía una sensación extraña en su mejilla izquierda, como si un gran trozo de hielo se la cubriera y estuviera un punto de entumecerse congelada.
Trató de abrir grande la boca, abrir bien los ojos y pestañear con ambos simultáneamente. Todo fue en vano. ¡No sentí el lado izquierdo de su cara! ¿Oué le estaba pasando? Intentó tranquilizarse para no entrar en pánico. Días más tarde, el neurólogo le explicó que había experimentado un calambre muscular, pero en ese momento la sensación fue aterradora. Terminó de grabar porque su equipo la urgía para que enviara el audio, pero se sintió abrumada al darse cuenta de que no podía controlar el movimiento del Iado izquierdo de su rostro.
Le comentó a su esposo lo más tranquila que pudo para no alarmarlo, aunque, por supuesto, él se preocupó y buscó

20 mujeres victoriosas combatiendo la ansiedad

información en Google. Descubrió que ese síntoma era serio, era como una señal de alarma que incluso podría ser la antesala a un accidente cerebrovascular. El cuerpo estaba pasándole factura.
La mujer de la que estoy hablando soy yo. Ese fue un momento crucial porque un enorme temor se apoderó de mí. La conferencia a la que asistí era de abogadas especializadas en diferentes aspectos de la ley. Sí, la mujer que apenas unas horas antes parecía sentirse en la cima del mundo en medio de otras líderes, después sentía mucho miedo. Mi esposo, Javier, después de leer lo que Google le mostró, quería llevarme al hospital de inmediato, pero le dije que ya me sentía mejor y le prometí que llamaría al médico al día siguiente. Además, le pedí que no dijera nada a nuestros hijos, Jean-Pierre y Josh, para no preocuparlos. Javier me dijo que no les diría nada esa
noche, pero me pidió que me ocupara del tema lo más pronto posible. Me dio hasta el siguiente domingo, el día en que nos reunimos con la familia, para que les contara lo que me había sucedido esa noche.
Escribo este libro por obediencia a ese pequeño susurro que me habla al alma y me dice que está bien ser vulnerable. Está bien ser transparente, aunque el temor me dice que se- ría mejor reservarme esta información. Es difícil callar las voces del mundo para escuchar con atención esa incomparable voz interna colmada de sabiduría espiritual. Es muy difícil oír ese susurro que habla verdad a mi alma, pero constantemente intento hacerlo.
Luego de leer libros y artículos, de consultar y conversar con expertos, aprendí algo que quiero compartirte sobre un tema del que debemos hablar más. Aprendí que es importante incorporar maneras de controlar el estrés y la ansiedad para calmar nuestro sistema nervioso. Aprendí que, aunque es difícil entender y aceptar un diagnóstico de ansiedad, no debemos ignorar la advertencia de nuestro cuerpo. La ansiedad es una enfermedad invisible que está apropiándose de muchas vidas en todo el mundo y debemos combatirla intencionalmente un día a la vez.
De acuerdo con los expertos:

• Los trastornos de ansiedad son las enfermedades mentales más comunes en Estados Unidos y afectan a cuarenta millones de adultos de dieciocho años o más, lo que podría ser 8n % de la población cada año.
• El trastorno de ansiedad es altamente tratable, pero solo 6 9O*• de los afectados reciben tratamiento.
• Los desórdenes de ansiedad afectan al 25. % de los niños entre trece y dieciocho años.
• Los niños con trastornos de ansiedad que no reciben tratamiento enfrentan mayor riesgo de padecer problemas de aprendizaje, abusar de sustancias y perder- se experiencias sociales vitales.’

Seguramente habrás leído muchas veces anuncios como: “Antes de comenzar una nueva dieta o programa de ejercicios, consulte a su médico“.
Como todo buen abogado haría, quiero recordarte que este es un libro que narra mi historia personal sobre el estrés y la ansiedad. Comparto contigo lo que aprendí y sigo aprendiendo sobre el tema, y ​​te cuento lo que incorporé a mi rutina diaria con la intención de disfrutar de una vida saludable. Si estás experimentando síntomas de depresión o ansiedad, o no conoces la diferencia entre ambos, te recomiendo que busques el consejo de un médico. Y si piensas que todo está perfecto, que todo está bien, asegúrate de escuchar los

Un lagar en el que no deseas estar

jLlegó la hora de enfrentar la verdad!
Llegué a mi despacho jurídico al día siguiente y de inmediato comencé a hablar con una de mis asociadas. No quería hablarle de abogada a abogada, sino más bien de amiga a amiga. Necesité mucha valentía para ser transparente y contarle lo que me había sucedido la noche anterior. Le dije que
la semana siguiente estaría ausente varios días para atender citas médicas. Siempre estaré agradecida por su apoyo y sus sabias palabras. Tuve reuniones con varios miembros de mi equipo y organizamos un calendario, de manera que resolvimos los compromisos de la próxima semana.
El fin de semana llegó, y yo no quería que se acercara el domingo en la noche.Deseaba no cumplir mi promesa de decirles a mis hijos lo sucedido. Pero sabía que si no lo contaba, lo haría Javier. Me alivió que mis hijos se quedaron al gimnasio, y cuando volví yo ya estaba durmiendo. Ellos no me despertaron porque quisieron dejarme descansar. Sin embargo, el tiempo de enfrentarlos llegaría. Javier nos envió un mensaje de texto a cada uno la mañana siguiente, confirmando que necesitábamos tener una reunión familiar esa misma noche.
Llegó el momento, y pedí a mis hijos que nos sentáramos en la sala. Enseguida comencé a relatarles lo que me había

COMBATIENDO LA ANSIEDAD - JESSICA DOMINGUEZ

¿Ansiedad? ¿Estrés?

¡Combátela!

En este libro Jessica cuenta su conmovedora historia y revela los cuatro pilares que le han dado
la victoria sobre la ansiedad al desarrollar una vida balanceada. También comparte consejos
que ha recibido de profesionales de la salud y de otras amigas y mujeres victoriosas, quienes en
sus momentos de crisis se atrevieron a pedir, buscar y recibir ayuda

-“Escribí este libro por obediencia a ese pequeño susurro que me habla al alma y me dice que está bien ser vulnerable. La ansiedad es una enfermedad invisible que está apropiándose de muchas vidas en todo el mundo y que debemos combatirla.” intencionalmente un día a la vez.

-“No debemos ignorar las advertencias de nuestro cuerpo ni tampoco los consejos de los expertos. En este libro cuento lo que yo incorporé a mi rutina diaria con la intención de disfrutar de una vida saludable y victoriosa.”

Escucha de la propia voz de su autora lo que sginigicó este libro para ella...

-“Escribí este libro por obediencia a ese pequeño susurro que me habla al alma y me dice que está bien ser vulnerable. La ansiedad es una enfermedad invisible que está apropiándose de muchas vidas en todo el mundo y que debemos combatirla.” intencionalmente un día a la vez.

-“No debemos ignorar las advertencias de nuestro cuerpo ni tampoco los consejos de los expertos. En este libro cuento lo que yo incorporé a mi rutina diaria con la intención de disfrutar de una vida saludable y victoriosa.”

Escucha de la propia voz de su autora lo que sginigicó este libro para ella...

Segundo Libro
Primer Libro

¡ADQUIÉRELOS!

La autora Bestseller Jessica Dominguez nos ofrece pasos para cuidarnos mejor y, a la vez, romper el ciclo de exceso de actividades y malos hábitos

Cinco años después de su exitoso debut con el libro Mujeres Victoriosas, la reconocida abogada de inmigración y comentarista de radio y televisión, Jessica Domínguez, vuelve al radar de los lectores con el libro Combatiendo la Ansiedad.

La autora Bestseller Jessica Dominguez nos ofrece pasos para cuidarnos mejor y, a la vez, romper el ciclo de exceso de actividades y malos hábitos

Cinco años después de su exitoso debut con el libro Mujeres Victoriosas, la reconocida abogada de inmigración y comentarista de radio y televisión, Jessica Domínguez, vuelve al radar de los lectores con el libro Combatiendo la Ansiedad.

Segundo Libro
Primer Libro

¡ADQUIÉRELOS!

MEDIOS:

MEDIOS:

PRESENTACIÓN COMBATIENDO LA ANSIEDAD DESDE MIAMI

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PRESENTACIÓN COMBATIENDO LA ANSIEDAD DESDE MIAMI

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DISFRUTA DE ESA PAZ QUE NECESITAS

El libro anima al lector a hacer conciencia de su estado de salud físico, emocional, mental y espiritual, para vivir con visión de victoria, y con la creencia inequívoca de que Dios siempre está cerca para llegar a conquistar las batallas más cruentas. Se puede obtener la victoria, Combatiendo la Ansiedad.

La ansiedad es una enfermedad invisible que se está apropiando de muchas vidas en todo el mundo y que debemos combatirla intencionalmente un día a la vez. No debemos ignorar las advertencias de nuestro cuerpo ni los consejos de los expertos.

Puedes hacer el cambio 

DISFRUTA DE ESA PAZ QUE NECESITAS

El libro anima al lector a hacer conciencia de su estado de salud físico, emocional, mental y espiritual, para vivir con visión de victoria, y con la creencia inequívoca de que Dios siempre está cerca para llegar a conquistar las batallas más cruentas. Se puede obtener la victoria, Combatiendo la Ansiedad.

La ansiedad es una enfermedad invisible que se está apropiando de muchas vidas en todo el mundo y que debemos combatirla intencionalmente un día a la vez. No debemos ignorar las advertencias de nuestro cuerpo ni los consejos de los expertos.

Puedes hacer el cambio 

Puedes leer las primeras 10 Páginas de Combatiendo la Ansiedad aquí:

Combatiendo la Ansiedad, Primeras 10 páginas

INTRODUCCION

¡Cuidado!
las apariencias engañan!
Incluso a nosotras mismas.

El vestido azul marino acentuaba su figura. Ella sabía que una mujer profesional siempre debe lucir radiante. Completaban el conjunto una chaqueta roja que combinaba con el púrpura de sus zapatos, uno de sus colores favoritos porque la hacía sentir llena de energía. Parecía que ni un cabello estaba fuera de lugar. Su peinado y maquillaje le daban un aire de celebridad. Irradiaba seguridad y atraía miradas, aunque en esa conferencia no tenía ninguna responsabilidad más que sentarse a escuchar, observar y aprender. ¡Estaba más que lista para recibir todo lo que las conferencistas le brindaran!
Había esperado esa ocasión durante semanas. Un día entero para disfrutar tomando notas sobre temas que le interesaban. En cada charla, buscaba captar perlas de sabiduría para su vida personal y profesional. No podía estar más feliz que en esa conferencia en un hotel en Beverly Hills, invirtiendo valioso tiempo de aprendizaje al escuchar sobre los logros y experiencias de mujeres profesionales de entre veintidós y setenta y cinco años.
Un tema que llamó su atención, fue el énfasis de los panelistas en motivar a los asistentes a soñar y esforzarse por alcanzar sus metas, siempre dando lo mejor de sí mismos. Hablaron sobre ser realistas y recomendaron invertir tiempo, aprender a cuidar de nuestro bienestar porque no podría hacerlo costar caro.

Expongamos que las mujeres tendemos a olvidar que debemos respetar el proceso de cada una de nuestras etapas. Por ejemplo, cuando somos madres de hijos pequeños, cuando debemos cuidar de nuestros hijos necesidades con especiales, cuando debemos luchar para salvar nuestro matrimonio, y cuando nos toca cuidar de nuestros padres ancianos. Afortunadamente, en ese sentido, ella se sintió tranquila. No necesitaba gritarlo a los cuatro vientos, pero sabía que en cada paso que diera como mujer, como madre y como profesional, ella tiene toda su alma en dar lo mejor de sí. Sentía en su corazón que ese compromiso era aplicable para ella como esposa, madre, profesional, empresaria y mentora .Su liderazgo logró un amplio grupo de profesionales que daba todo en cada batalla, y que no descansaba hasta su objetivo.

Otro tema que le resultó interesante fue ver la cantidad de profesionales que había invertido su tiempo y había dedicado su carrera a cambiar el mundo, un mundo que generalmente comenzaba en su hogar. Para las oradoras, tanto como para ella, su mayor logro era su familia y su hogar, sus hijos y su matrimonio. Se sintió muy conmovida al escucharlas compartir, con transparencia, algunos de sus sacrificios y pérdidas personales. Le encantaba oír el testimonio de ese grupo de mujeres profesionales que había cambiado la vida de personas a su alrededor, al realizar actos de servicio en su trabajo y en su casa. Era evidente que el interés de todas ellas era usar sus talentos para hacer lo correcto, incluso si implicaba incontables noches en vela estudiando para encontrar la forma de ayudar a los demás a mejorar su vida.

Una vez más se sintió en calma y satisfecha de hacer lo
correcto al perseguir y vivir su propósito a diario. Cerró sus ojos y una sonrisa iluminó su rostro mientras agradecía a Dios permitirle cambiar vidas a través del trabajo que hacía con su equipo. ¡Qué honor representar diariamente a personas merecedoras de un mejor futuro en la sociedad norteamericana! La satisfacción parecía doble: la profesional al cumplir con su labor y la personal que se convertía en una felicidad indescriptible cuando ella y su equipo evitaban la separación de una familia.

Los minutos y las horas volaron en esa jornada repleta de tanta energía positiva y de historias de éxito. Luego de cada presentación de los panelistas hubo una sesión de preguntas y respuestas con un denominador común: el deseo de los participantes de aprender de las expertas sobre cómo lograr el equilibrio entre su trabajo y su familia. ¡Vaya coincidencia! Ella precisamente había investigado sobre este tema en años recientes y no había encontrado una respuesta contundente.

¿Cómo alcanzar el equilibrio entre la vida profesional y familiar? ¿Cómo saber si afecta a tu familia por dedicar mucho
tiempo y energía al trabajo o viceversa?

Llamó su atención la respuesta de un panelista que tenía alrededor de sesenta o sesenta y cinco años. “El equilibrio en realidad no existe. Cuando estás en el trabajo, debes dar todo lo que tienes y dedicarle un tiempo adecuado. Lo mismo aplica cuando estás en casa, y también aplica en otras áreas de tu vida: tienes la responsabilidad de dar siempre lo mejor de ti”, aseguró. También dijo que lo más importante era analizar cómo se sentía cada una de ellas al final del día, de la semana o del mes. ¿Están satisfechas o sienten que fueron mediocres en ambas áreas de su vida? Además, agregó que la clave estaba en nuestra vivencia personal y no en lo que la sociedad ha definido como el equilibrio entre la vida profesional y familiar. Cuando una de las participantes le preguntó: “¿Qué le dirías a tu yo de veinticinco años?”. Ella le respondió: “Me diría que la vida es una maratón, no una carrera de velocidad”. Mmm… esas palabras la dejaron pensando.
AI meditar un poco sobre lo que dijeron las panelistas, se dio cuenta de que a veces debemos experimentar una pérdida o recibir una señal que nos envía el cuerpo —una no muy positiva, precisamente— para descubrir que, aunque hacemos una diferencia en millas de personas o damos al mundo lo mejor de nosotras, a menudo no vemos o escuchamos lo que nuestro yo verdaderamente anhela o quisiera experimentar.
Ella sabía que un cuerpo, una mente y un espíritu saludables nos permiten ser más asertivas con nuestros aportes. De lo contrario, si algo de eso falta, es imposible continuar cumpliendo nuestro propósito con la misma energía y satisfacción. Agradeció a Dios porque creía que el sentido común la había guiado a una vida familiar y profesional satisfactoria.

¡Estaba feliz! De nuevo cerró los ojos susurrando: “Gracias,
Dios, gracias…”, aunque no se imaginó lo que estaba a punto de experimentar.
Antes del almuerzo, un taller despertó su curiosidad. Se titulaba “Estrategias basadas en la ciencia, no solo para sobrevivir como profesional sino para vivir exitosamente”. La descripción del taller mencionaba la importancia de manejar el estrés. Encontró interesante el tema porque sabía que el estrés es parte de la vida diaria. De hecho, había escuchado muchas veces que causaba estragos en la salud si las personas no podían controlarlo, especialmente cuando se lleva una vida muy agitada. ¿Sería posible que de alguna forma presintiera lo que le esperaba? Nunca lo sabría, pero participar en ese taller resultaría crucial para su futuro.
Durante la presentación, compartieron algunos estudios
e investigaciones recientes que revelaron impactantes conclusiones: muchos profesionales consumían drogas o sustancias

ilegales al sentirse incapaces de lidiar con el estrés cotidiano. De esa forma, contrarrestaban la ansiedad, depresión o fatiga crónica en cierto punto de su carrera. Además, enfatizaron la urgencia de encontrar soluciones a este mal que silenciosamente ha impactado a muchos. La recomendación era ponerle atención al autocuidado preventivo; para algunos podría parecer un tanto egocéntrico, pero enfatizaron que era necesario el cuidado personal para disfrutar de una vida exitosa, sin quedarse atascadas en modo de supervivencia.
Antes de que el taller finalizara, una experta profesional en guiar a los demás para encontrar formas de responder positivamente al estrés, invitó a todas las participantes a relajarse y hacer algunos ejercicios de respiración durante diez minutos. Ella los hizo y sintió que pudo separarse de su mente cargada, que alcanzar la paz y tranquilidad durante
algunos intervalos. En los días sucesivos, recordaría esos ejercicios de respiración y llegaría a entender su importancia.
Compartió la hora del almuerzo con mujeres profesionales tan comprometidas con sus profesiones como ella y escuchó lo parecidos que eran en su pasión por contribuir con la sociedad y cuidar de su familia. Cada una expresó lo difícil y estresante que era la vida de una profesional con responsabilidades familiares. Aunque se dio cuenta de lo duro que era para todas lidiar con el estrés, estaba muy contenta de conocer a tantas mujeres exitosas que la inspiraban y le contagiaban increíble energía positiva para seguir adelante.

La ansiedad aparece en cualquier momento
Una hora después del almuerzo, recibió un mensaje de texto: “Por favor, necesitamos que nos envíe audio del tema que

estamos preparando…”. Su equipo la urgía con ese pedido inesperado que la perturbó, porque no sabía cómo cumplir la tarea de grabar en medio de la conferencia. Abandonó el salón donde se estaban dando los talleres en busca de un espacio vacío para realizar la grabación. De repente, apareció un “ángel” y le dio acceso a un salón desocupado. Aunque el audio duraba solo dos minutos, le llevó casi media hora grabar y grabar su voz hasta que sintió que todo había salido lo suficientemente bien como para enviar el material.
En ese momento, se dio cuenta de que su corazón latía muy rápido y que sus axilas estaban húmedas de sudor. Se preocupó un poco, pero se tranquilizó cuando envió la grabación y volvió a la conferencia. Al final del día, agradeció a Dios por las mujeres exitosas que había conocido, por los mensajes, las lecciones aprendidas, y por todo el conocimiento que absorbió. Se sintió gozosa de haber asistido a una
conferencia tan importante.
Al salir del hotel, su esposo la estaba esperando para ir a cenar. Ella estaba entusiasmada por contarle todo lo que había aprendido y lo satisfecha que se sintió. Pero el sonido de notificación de un mensaje en su teléfono la interrumpió. Su equipo le pidió que volviera a enviar la grabación porque la anterior no había funcionado.
Le pidió a su esposo que se estacionaran en algún lugar para grabar nuevamente. Intentaron varias veces y finalmente la enviaron, pero el audio no quedó bien. La llamaron tres veces más y tuvo que grabar y regrabar. Fue un poco desconcertante. Por segunda vez sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo, además de los descontrolados latidos de su corazón y la excesiva transpiración. Ignoró los síntomas sumergidos como estaba en el proceso de grabar el mensaje y enviarlo, para finalmente disfrutar de una tranquila velada con su esposo.

jCuidado! 19

De regreso a su casa, luego de la cena, sonó el teléfono. Grabar de nuevo los mensajes? ¡No era posible! ¿Por qué no estaba funcionando el proceso? Ufff, ni modo, había que apresurarse para llegar a casa, grabar y enviar otra vez. Hasta ese momento ella había puesto su mejor cara, intentando ocultar su preocupación y un alto nivel de estrés. No quería que su esposo se diera cuenta y se preocupara. Pero las cosas se salieron de control.

El cuerpo nos pasa factura
Durante los quince minutos que le Ilevó hacer las grabaciones y enviar el material nuevamente, su ojo izquierdo comenzó a temblar. Era una palpitación constante que no se
detenía. Ella ya había experimentado algo así en el pasado, incluso ese mismo día, pero le había restado importancia. El
problema en ese momento era que ya no solo le temblaba el ojo, sino que también tenía una sensación extraña en su mejilla izquierda, como si un gran trozo de hielo se la cubriera y estuviera un punto de entumecerse congelada.
Trató de abrir grande la boca, abrir bien los ojos y pestañear con ambos simultáneamente. Todo fue en vano. ¡No sentí el lado izquierdo de su cara! ¿Oué le estaba pasando? Intentó tranquilizarse para no entrar en pánico. Días más tarde, el neurólogo le explicó que había experimentado un calambre muscular, pero en ese momento la sensación fue aterradora. Terminó de grabar porque su equipo la urgía para que enviara el audio, pero se sintió abrumada al darse cuenta de que no podía controlar el movimiento del Iado izquierdo de su rostro.
Le comentó a su esposo lo más tranquila que pudo para no alarmarlo, aunque, por supuesto, él se preocupó y buscó

20 mujeres victoriosas combatiendo la ansiedad

información en Google. Descubrió que ese síntoma era serio, era como una señal de alarma que incluso podría ser la antesala a un accidente cerebrovascular. El cuerpo estaba pasándole factura.
La mujer de la que estoy hablando soy yo. Ese fue un momento crucial porque un enorme temor se apoderó de mí. La conferencia a la que asistí era de abogadas especializadas en diferentes aspectos de la ley. Sí, la mujer que apenas unas horas antes parecía sentirse en la cima del mundo en medio de otras líderes, después sentía mucho miedo. Mi esposo, Javier, después de leer lo que Google le mostró, quería llevarme al hospital de inmediato, pero le dije que ya me sentía mejor y le prometí que llamaría al médico al día siguiente. Además, le pedí que no dijera nada a nuestros hijos, Jean-Pierre y Josh, para no preocuparlos. Javier me dijo que no les diría nada esa
noche, pero me pidió que me ocupara del tema lo más pronto posible. Me dio hasta el siguiente domingo, el día en que nos reunimos con la familia, para que les contara lo que me había sucedido esa noche.
Escribo este libro por obediencia a ese pequeño susurro que me habla al alma y me dice que está bien ser vulnerable. Está bien ser transparente, aunque el temor me dice que se- ría mejor reservarme esta información. Es difícil callar las voces del mundo para escuchar con atención esa incomparable voz interna colmada de sabiduría espiritual. Es muy difícil oír ese susurro que habla verdad a mi alma, pero constantemente intento hacerlo.
Luego de leer libros y artículos, de consultar y conversar con expertos, aprendí algo que quiero compartirte sobre un tema del que debemos hablar más. Aprendí que es importante incorporar maneras de controlar el estrés y la ansiedad para calmar nuestro sistema nervioso. Aprendí que, aunque es difícil entender y aceptar un diagnóstico de ansiedad, no debemos ignorar la advertencia de nuestro cuerpo. La ansiedad es una enfermedad invisible que está apropiándose de muchas vidas en todo el mundo y debemos combatirla intencionalmente un día a la vez.
De acuerdo con los expertos:

• Los trastornos de ansiedad son las enfermedades mentales más comunes en Estados Unidos y afectan a cuarenta millones de adultos de dieciocho años o más, lo que podría ser 8n % de la población cada año.
• El trastorno de ansiedad es altamente tratable, pero solo 6 9O*• de los afectados reciben tratamiento.
• Los desórdenes de ansiedad afectan al 25. % de los niños entre trece y dieciocho años.
• Los niños con trastornos de ansiedad que no reciben tratamiento enfrentan mayor riesgo de padecer problemas de aprendizaje, abusar de sustancias y perder- se experiencias sociales vitales.’

Seguramente habrás leído muchas veces anuncios como: “Antes de comenzar una nueva dieta o programa de ejercicios, consulte a su médico“.
Como todo buen abogado haría, quiero recordarte que este es un libro que narra mi historia personal sobre el estrés y la ansiedad. Comparto contigo lo que aprendí y sigo aprendiendo sobre el tema, y ​​te cuento lo que incorporé a mi rutina diaria con la intención de disfrutar de una vida saludable. Si estás experimentando síntomas de depresión o ansiedad, o no conoces la diferencia entre ambos, te recomiendo que busques el consejo de un médico. Y si piensas que todo está perfecto, que todo está bien, asegúrate de escuchar los

Un lagar en el que no deseas estar

jLlegó la hora de enfrentar la verdad!
Llegué a mi despacho jurídico al día siguiente y de inmediato comencé a hablar con una de mis asociadas. No quería hablarle de abogada a abogada, sino más bien de amiga a amiga. Necesité mucha valentía para ser transparente y contarle lo que me había sucedido la noche anterior. Le dije que
la semana siguiente estaría ausente varios días para atender citas médicas. Siempre estaré agradecida por su apoyo y sus sabias palabras. Tuve reuniones con varios miembros de mi equipo y organizamos un calendario, de manera que resolvimos los compromisos de la próxima semana.
El fin de semana llegó, y yo no quería que se acercara el domingo en la noche.Deseaba no cumplir mi promesa de decirles a mis hijos lo sucedido. Pero sabía que si no lo contaba, lo haría Javier. Me alivió que mis hijos se quedaron al gimnasio, y cuando volví yo ya estaba durmiendo. Ellos no me despertaron porque quisieron dejarme descansar. Sin embargo, el tiempo de enfrentarlos llegaría. Javier nos envió un mensaje de texto a cada uno la mañana siguiente, confirmando que necesitábamos tener una reunión familiar esa misma noche.
Llegó el momento, y pedí a mis hijos que nos sentáramos en la sala. Enseguida comencé a relatarles lo que me había

RESEÑAS:

Puedes leer las primeras 10 Páginas de Combatiendo la Ansiedad aquí:

Combatiendo la Ansiedad, Primeras 10 páginas

INTRODUCCION

¡Cuidado!
las apariencias engañan!
Incluso a nosotras mismas.

El vestido azul marino acentuaba su figura. Ella sabía que una mujer profesional siempre debe lucir radiante. Completaban el conjunto una chaqueta roja que combinaba con el púrpura de sus zapatos, uno de sus colores favoritos porque la hacía sentir llena de energía. Parecía que ni un cabello estaba fuera de lugar. Su peinado y maquillaje le daban un aire de celebridad. Irradiaba seguridad y atraía miradas, aunque en esa conferencia no tenía ninguna responsabilidad más que sentarse a escuchar, observar y aprender. ¡Estaba más que lista para recibir todo lo que las conferencistas le brindaran!
Había esperado esa ocasión durante semanas. Un día entero para disfrutar tomando notas sobre temas que le interesaban. En cada charla, buscaba captar perlas de sabiduría para su vida personal y profesional. No podía estar más feliz que en esa conferencia en un hotel en Beverly Hills, invirtiendo valioso tiempo de aprendizaje al escuchar sobre los logros y experiencias de mujeres profesionales de entre veintidós y setenta y cinco años.
Un tema que llamó su atención, fue el énfasis de los panelistas en motivar a los asistentes a soñar y esforzarse por alcanzar sus metas, siempre dando lo mejor de sí mismos. Hablaron sobre ser realistas y recomendaron invertir tiempo, aprender a cuidar de nuestro bienestar porque no podría hacerlo costar caro.

Expongamos que las mujeres tendemos a olvidar que debemos respetar el proceso de cada una de nuestras etapas. Por ejemplo, cuando somos madres de hijos pequeños, cuando debemos cuidar de nuestros hijos necesidades con especiales, cuando debemos luchar para salvar nuestro matrimonio, y cuando nos toca cuidar de nuestros padres ancianos. Afortunadamente, en ese sentido, ella se sintió tranquila. No necesitaba gritarlo a los cuatro vientos, pero sabía que en cada paso que diera como mujer, como madre y como profesional, ella tiene toda su alma en dar lo mejor de sí. Sentía en su corazón que ese compromiso era aplicable para ella como esposa, madre, profesional, empresaria y mentora .Su liderazgo logró un amplio grupo de profesionales que daba todo en cada batalla, y que no descansaba hasta su objetivo.

Otro tema que le resultó interesante fue ver la cantidad de profesionales que había invertido su tiempo y había dedicado su carrera a cambiar el mundo, un mundo que generalmente comenzaba en su hogar. Para las oradoras, tanto como para ella, su mayor logro era su familia y su hogar, sus hijos y su matrimonio. Se sintió muy conmovida al escucharlas compartir, con transparencia, algunos de sus sacrificios y pérdidas personales. Le encantaba oír el testimonio de ese grupo de mujeres profesionales que había cambiado la vida de personas a su alrededor, al realizar actos de servicio en su trabajo y en su casa. Era evidente que el interés de todas ellas era usar sus talentos para hacer lo correcto, incluso si implicaba incontables noches en vela estudiando para encontrar la forma de ayudar a los demás a mejorar su vida.

Una vez más se sintió en calma y satisfecha de hacer lo
correcto al perseguir y vivir su propósito a diario. Cerró sus ojos y una sonrisa iluminó su rostro mientras agradecía a Dios permitirle cambiar vidas a través del trabajo que hacía con su equipo. ¡Qué honor representar diariamente a personas merecedoras de un mejor futuro en la sociedad norteamericana! La satisfacción parecía doble: la profesional al cumplir con su labor y la personal que se convertía en una felicidad indescriptible cuando ella y su equipo evitaban la separación de una familia.

Los minutos y las horas volaron en esa jornada repleta de tanta energía positiva y de historias de éxito. Luego de cada presentación de los panelistas hubo una sesión de preguntas y respuestas con un denominador común: el deseo de los participantes de aprender de las expertas sobre cómo lograr el equilibrio entre su trabajo y su familia. ¡Vaya coincidencia! Ella precisamente había investigado sobre este tema en años recientes y no había encontrado una respuesta contundente.

¿Cómo alcanzar el equilibrio entre la vida profesional y familiar? ¿Cómo saber si afecta a tu familia por dedicar mucho
tiempo y energía al trabajo o viceversa?

Llamó su atención la respuesta de un panelista que tenía alrededor de sesenta o sesenta y cinco años. “El equilibrio en realidad no existe. Cuando estás en el trabajo, debes dar todo lo que tienes y dedicarle un tiempo adecuado. Lo mismo aplica cuando estás en casa, y también aplica en otras áreas de tu vida: tienes la responsabilidad de dar siempre lo mejor de ti”, aseguró. También dijo que lo más importante era analizar cómo se sentía cada una de ellas al final del día, de la semana o del mes. ¿Están satisfechas o sienten que fueron mediocres en ambas áreas de su vida? Además, agregó que la clave estaba en nuestra vivencia personal y no en lo que la sociedad ha definido como el equilibrio entre la vida profesional y familiar. Cuando una de las participantes le preguntó: “¿Qué le dirías a tu yo de veinticinco años?”. Ella le respondió: “Me diría que la vida es una maratón, no una carrera de velocidad”. Mmm… esas palabras la dejaron pensando.
AI meditar un poco sobre lo que dijeron las panelistas, se dio cuenta de que a veces debemos experimentar una pérdida o recibir una señal que nos envía el cuerpo —una no muy positiva, precisamente— para descubrir que, aunque hacemos una diferencia en millas de personas o damos al mundo lo mejor de nosotras, a menudo no vemos o escuchamos lo que nuestro yo verdaderamente anhela o quisiera experimentar.
Ella sabía que un cuerpo, una mente y un espíritu saludables nos permiten ser más asertivas con nuestros aportes. De lo contrario, si algo de eso falta, es imposible continuar cumpliendo nuestro propósito con la misma energía y satisfacción. Agradeció a Dios porque creía que el sentido común la había guiado a una vida familiar y profesional satisfactoria.

¡Estaba feliz! De nuevo cerró los ojos susurrando: “Gracias,
Dios, gracias…”, aunque no se imaginó lo que estaba a punto de experimentar.
Antes del almuerzo, un taller despertó su curiosidad. Se titulaba “Estrategias basadas en la ciencia, no solo para sobrevivir como profesional sino para vivir exitosamente”. La descripción del taller mencionaba la importancia de manejar el estrés. Encontró interesante el tema porque sabía que el estrés es parte de la vida diaria. De hecho, había escuchado muchas veces que causaba estragos en la salud si las personas no podían controlarlo, especialmente cuando se lleva una vida muy agitada. ¿Sería posible que de alguna forma presintiera lo que le esperaba? Nunca lo sabría, pero participar en ese taller resultaría crucial para su futuro.
Durante la presentación, compartieron algunos estudios
e investigaciones recientes que revelaron impactantes conclusiones: muchos profesionales consumían drogas o sustancias

ilegales al sentirse incapaces de lidiar con el estrés cotidiano. De esa forma, contrarrestaban la ansiedad, depresión o fatiga crónica en cierto punto de su carrera. Además, enfatizaron la urgencia de encontrar soluciones a este mal que silenciosamente ha impactado a muchos. La recomendación era ponerle atención al autocuidado preventivo; para algunos podría parecer un tanto egocéntrico, pero enfatizaron que era necesario el cuidado personal para disfrutar de una vida exitosa, sin quedarse atascadas en modo de supervivencia.
Antes de que el taller finalizara, una experta profesional en guiar a los demás para encontrar formas de responder positivamente al estrés, invitó a todas las participantes a relajarse y hacer algunos ejercicios de respiración durante diez minutos. Ella los hizo y sintió que pudo separarse de su mente cargada, que alcanzar la paz y tranquilidad durante
algunos intervalos. En los días sucesivos, recordaría esos ejercicios de respiración y llegaría a entender su importancia.
Compartió la hora del almuerzo con mujeres profesionales tan comprometidas con sus profesiones como ella y escuchó lo parecidos que eran en su pasión por contribuir con la sociedad y cuidar de su familia. Cada una expresó lo difícil y estresante que era la vida de una profesional con responsabilidades familiares. Aunque se dio cuenta de lo duro que era para todas lidiar con el estrés, estaba muy contenta de conocer a tantas mujeres exitosas que la inspiraban y le contagiaban increíble energía positiva para seguir adelante.

La ansiedad aparece en cualquier momento
Una hora después del almuerzo, recibió un mensaje de texto: “Por favor, necesitamos que nos envíe audio del tema que

estamos preparando…”. Su equipo la urgía con ese pedido inesperado que la perturbó, porque no sabía cómo cumplir la tarea de grabar en medio de la conferencia. Abandonó el salón donde se estaban dando los talleres en busca de un espacio vacío para realizar la grabación. De repente, apareció un “ángel” y le dio acceso a un salón desocupado. Aunque el audio duraba solo dos minutos, le llevó casi media hora grabar y grabar su voz hasta que sintió que todo había salido lo suficientemente bien como para enviar el material.
En ese momento, se dio cuenta de que su corazón latía muy rápido y que sus axilas estaban húmedas de sudor. Se preocupó un poco, pero se tranquilizó cuando envió la grabación y volvió a la conferencia. Al final del día, agradeció a Dios por las mujeres exitosas que había conocido, por los mensajes, las lecciones aprendidas, y por todo el conocimiento que absorbió. Se sintió gozosa de haber asistido a una
conferencia tan importante.
Al salir del hotel, su esposo la estaba esperando para ir a cenar. Ella estaba entusiasmada por contarle todo lo que había aprendido y lo satisfecha que se sintió. Pero el sonido de notificación de un mensaje en su teléfono la interrumpió. Su equipo le pidió que volviera a enviar la grabación porque la anterior no había funcionado.
Le pidió a su esposo que se estacionaran en algún lugar para grabar nuevamente. Intentaron varias veces y finalmente la enviaron, pero el audio no quedó bien. La llamaron tres veces más y tuvo que grabar y regrabar. Fue un poco desconcertante. Por segunda vez sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo, además de los descontrolados latidos de su corazón y la excesiva transpiración. Ignoró los síntomas sumergidos como estaba en el proceso de grabar el mensaje y enviarlo, para finalmente disfrutar de una tranquila velada con su esposo.

jCuidado! 19

De regreso a su casa, luego de la cena, sonó el teléfono. Grabar de nuevo los mensajes? ¡No era posible! ¿Por qué no estaba funcionando el proceso? Ufff, ni modo, había que apresurarse para llegar a casa, grabar y enviar otra vez. Hasta ese momento ella había puesto su mejor cara, intentando ocultar su preocupación y un alto nivel de estrés. No quería que su esposo se diera cuenta y se preocupara. Pero las cosas se salieron de control.

El cuerpo nos pasa factura
Durante los quince minutos que le Ilevó hacer las grabaciones y enviar el material nuevamente, su ojo izquierdo comenzó a temblar. Era una palpitación constante que no se
detenía. Ella ya había experimentado algo así en el pasado, incluso ese mismo día, pero le había restado importancia. El
problema en ese momento era que ya no solo le temblaba el ojo, sino que también tenía una sensación extraña en su mejilla izquierda, como si un gran trozo de hielo se la cubriera y estuviera un punto de entumecerse congelada.
Trató de abrir grande la boca, abrir bien los ojos y pestañear con ambos simultáneamente. Todo fue en vano. ¡No sentí el lado izquierdo de su cara! ¿Oué le estaba pasando? Intentó tranquilizarse para no entrar en pánico. Días más tarde, el neurólogo le explicó que había experimentado un calambre muscular, pero en ese momento la sensación fue aterradora. Terminó de grabar porque su equipo la urgía para que enviara el audio, pero se sintió abrumada al darse cuenta de que no podía controlar el movimiento del Iado izquierdo de su rostro.
Le comentó a su esposo lo más tranquila que pudo para no alarmarlo, aunque, por supuesto, él se preocupó y buscó

20 mujeres victoriosas combatiendo la ansiedad

información en Google. Descubrió que ese síntoma era serio, era como una señal de alarma que incluso podría ser la antesala a un accidente cerebrovascular. El cuerpo estaba pasándole factura.
La mujer de la que estoy hablando soy yo. Ese fue un momento crucial porque un enorme temor se apoderó de mí. La conferencia a la que asistí era de abogadas especializadas en diferentes aspectos de la ley. Sí, la mujer que apenas unas horas antes parecía sentirse en la cima del mundo en medio de otras líderes, después sentía mucho miedo. Mi esposo, Javier, después de leer lo que Google le mostró, quería llevarme al hospital de inmediato, pero le dije que ya me sentía mejor y le prometí que llamaría al médico al día siguiente. Además, le pedí que no dijera nada a nuestros hijos, Jean-Pierre y Josh, para no preocuparlos. Javier me dijo que no les diría nada esa
noche, pero me pidió que me ocupara del tema lo más pronto posible. Me dio hasta el siguiente domingo, el día en que nos reunimos con la familia, para que les contara lo que me había sucedido esa noche.
Escribo este libro por obediencia a ese pequeño susurro que me habla al alma y me dice que está bien ser vulnerable. Está bien ser transparente, aunque el temor me dice que se- ría mejor reservarme esta información. Es difícil callar las voces del mundo para escuchar con atención esa incomparable voz interna colmada de sabiduría espiritual. Es muy difícil oír ese susurro que habla verdad a mi alma, pero constantemente intento hacerlo.
Luego de leer libros y artículos, de consultar y conversar con expertos, aprendí algo que quiero compartirte sobre un tema del que debemos hablar más. Aprendí que es importante incorporar maneras de controlar el estrés y la ansiedad para calmar nuestro sistema nervioso. Aprendí que, aunque es difícil entender y aceptar un diagnóstico de ansiedad, no debemos ignorar la advertencia de nuestro cuerpo. La ansiedad es una enfermedad invisible que está apropiándose de muchas vidas en todo el mundo y debemos combatirla intencionalmente un día a la vez.
De acuerdo con los expertos:

• Los trastornos de ansiedad son las enfermedades mentales más comunes en Estados Unidos y afectan a cuarenta millones de adultos de dieciocho años o más, lo que podría ser 8n % de la población cada año.
• El trastorno de ansiedad es altamente tratable, pero solo 6 9O*• de los afectados reciben tratamiento.
• Los desórdenes de ansiedad afectan al 25. % de los niños entre trece y dieciocho años.
• Los niños con trastornos de ansiedad que no reciben tratamiento enfrentan mayor riesgo de padecer problemas de aprendizaje, abusar de sustancias y perder- se experiencias sociales vitales.’

Seguramente habrás leído muchas veces anuncios como: “Antes de comenzar una nueva dieta o programa de ejercicios, consulte a su médico“.
Como todo buen abogado haría, quiero recordarte que este es un libro que narra mi historia personal sobre el estrés y la ansiedad. Comparto contigo lo que aprendí y sigo aprendiendo sobre el tema, y ​​te cuento lo que incorporé a mi rutina diaria con la intención de disfrutar de una vida saludable. Si estás experimentando síntomas de depresión o ansiedad, o no conoces la diferencia entre ambos, te recomiendo que busques el consejo de un médico. Y si piensas que todo está perfecto, que todo está bien, asegúrate de escuchar los

Un lagar en el que no deseas estar

jLlegó la hora de enfrentar la verdad!
Llegué a mi despacho jurídico al día siguiente y de inmediato comencé a hablar con una de mis asociadas. No quería hablarle de abogada a abogada, sino más bien de amiga a amiga. Necesité mucha valentía para ser transparente y contarle lo que me había sucedido la noche anterior. Le dije que
la semana siguiente estaría ausente varios días para atender citas médicas. Siempre estaré agradecida por su apoyo y sus sabias palabras. Tuve reuniones con varios miembros de mi equipo y organizamos un calendario, de manera que resolvimos los compromisos de la próxima semana.
El fin de semana llegó, y yo no quería que se acercara el domingo en la noche.Deseaba no cumplir mi promesa de decirles a mis hijos lo sucedido. Pero sabía que si no lo contaba, lo haría Javier. Me alivió que mis hijos se quedaron al gimnasio, y cuando volví yo ya estaba durmiendo. Ellos no me despertaron porque quisieron dejarme descansar. Sin embargo, el tiempo de enfrentarlos llegaría. Javier nos envió un mensaje de texto a cada uno la mañana siguiente, confirmando que necesitábamos tener una reunión familiar esa misma noche.
Llegó el momento, y pedí a mis hijos que nos sentáramos en la sala. Enseguida comencé a relatarles lo que me había

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