Voy a esclarecer un poco la información respectiva a este tema, comenzando con que es una palabra en inglés y su traducción equivale a <Acoso> o <Intimidación>. Puede implicar daño físico, emocional y verbal. Aunque puede darse en cualquier lugar o entorno, está directamente relacionado a un ambiente escolar.
😔📚
Existen dos personajes en este comportamiento: El agresor (o agresores) y el agredido.
Formas de identificar a un individuo agredido: 😓
- Presentan alteraciones de sueño.
- Falta de apetito o trastornos alimenticios, por ejemplo: anorexia, bulimia, o trastorno alimentario compulsivo (comer en exceso con sensación de pérdida de control).
- Se irritan con facilidad.
- Ya no desean asistir al colegio o al lugar en donde son agredidos.
- Presentan golpes o moretones.
- Pierden los objetos que llevan a la escuela constantemente (dinero, juguetes, dispositivos, etc.)
- Muestran características de depresión o tristeza “injustificada”.
- Demuestran ansiedad.
- Desarrollan pensamientos autodestructivos e incluso deseos de morir.
Formas de identificar a un agresor: 😠
- Es molestado por un hermano o personaje mayor.
- Demuestra interés y emoción en actividades que impliquen someter a alguien más, como en videojuegos o escenas violentas, y claramente su rostro demuestra satisfacción.
- Ha sido o continúa siendo cruel con los animales, incluso mascotas propias.
- Son agresivos para dirigirse hacia los mayores sin importar que sean desconocidos o familiares.
- Probablemente sufra de un complejo de inferioridad, ya sea económico, físico, o familiar. Esto hace que quiera compensarlo demostrándose superior ante quienes quizá posean lo que él/ella desea.
Confía en tu intuición como padre o madre y si detectas alguna de las características de cualquiera de los dos personajes en tu hijo/a, haz algo para cambiarlo de inmediato. Como digo en la página 140 de mi libro Mujeres Victoriosas: “Es desgarrador oír que un niño se ha quitado la vida porque lo estaban acosando, y si sientes que la situación se te ha escapado de las manos y no puedes detenerla, busca ayuda ya. No pierdas ni un minuto más en brindarle la ayuda que él o ella necesita. Créeme, no querrás estar tan ocupada/o como para no prevenir que tu propio hijo/a afecte de manera negativa la vida de alguien más”; y quiero agregar que estoy segura de que tampoco te alegrará saber que tu hijo sufría sin que tú lo supieras y le brindaras el apoyo que necesitaba.
Pasos prácticos para evitar que tus hijos/as lleguen a ser víctimas o agresores:
- Dales amor en cantidades industriales. Jamás se te acabará y siempre habrá más de donde vino. Es imposible que alguien que recibe amor se programe para entregar lo contrario.
- Hazles saber lo especial e importantes que son. Hazles estar conscientes de que nada ni nadie tiene el poder de afectar su vida.
- Evita educarlos con gritos y golpes. Recuerda: ‘Se logra más con miel que con hiel’.
- En cuanto notes o presencies un acto incorrecto de tus hijos hazles saber lo mal que hacen. No solo castigues. Reflexiona con ellos el daño e impacto que pueden ocasionar en los demás.
- Préstale mucha atención a cada palabra, gesto o acción que venga de ellos. Es probable que no expresen directamente lo que sufren o lo que hacen, pero lo reflejan de distintas formas, tales como las que mencioné anteriormente.
- Desde que percibas la primera señal de alerta no permitas que aumente y llegue a ser un caso más grave. Enfrenta con serenidad el asunto y procura no ser invasiva/o porque puede que eso provoque una actitud defensiva que evite que el niño/a o joven se comunique.
El acoso, sea de la índole que sea, causa mucho daño tanto en quien lo provoca como en quien lo recibe; evita a toda costa que el alma de un joven se ensucie con esta clase de actos.
¡Todos somos humanos merecedores de paz, amor y respeto!
Te dejaré el link donde puedes adquirir el libro de Mujeres Victoriosas