Las pruebas difíciles son situaciones inevitables en nuestras vidas, por lo que debemos afrontarlas queramos o no. Pero nuestras fuerzas por mantener firme nuestra se puede llegar a debilitarse o incluso a quebrarse. Entonces, ¿Qué podemos hacer entonces? ¿Cuál es nuestro lugar seguro al que podemos acudir cuando nos sentimos destrozadas? Ese lugar seguro donde podemos estar es en los brazos de nuestro amado Dios. Él siempre nos recibe, abraza y fortalece ante cualquier dificultad para seguir amando y honrando al Señor.
¿Qué puedo hacer si estoy perdiendo la batalla de FE contra los problemas? La respuesta es muy sencilla, debemos acudir a Dios. Acá te brindamos 3 cosas que puedes hacer en medio de tu dolor que te ayudarán.
- Agradecer
A pesar de los malos momentos Dios siempre es bueno para con nosotras. Como sus hijas nosotras debemos ser agradecidas por su gran amor, misericordia y bendiciones que llueven sobre nosotras.
Recordemos este versículo que nos dice:
«Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré. Salmos 28:7 »
Dios siempre demuestra ser nuestra fuerza, en el momento en el que sentimos que ya no podemos dar un paso más, Él es quien nos bendice y nos llena.
- Alabar
Dios nos ha dado todo lo que tenemos y somos el día de hoy, por lo que se merece toda la gloria y honra de parte de nosotras. Recordemos que debemos alabar ya sea en los buenos o malos momentos. Él nunca deja de ser Dios. La alabanza nos lleva a reconocer la santidad de nuestro Dios y a anhelar ser más como él. Él es santo y nos llama a ser santos.
El siguiente versículo nos dice:
«Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Salmos 103:1»
Debemos vivir para Él, alabarse con todas nuestras acciones. Nuestra vida entera debe ser una alabanza al Señor, día a día debemos reflejar nuestro gran amor por el Señor.
- Conocer quién es tu Dios
Cuan grande es nuestro Dios. Él es el creador del cielo y la tierra. Él es capaz de hacer grandes cosas. Por lo que lo mejor que podemos hacer es confiar plenamente en que el Señor tiene el control completo de nuestras vidas y nuestra situación.
Él es un Dios de milagros, y Él se encargará de hacer nuestra vida mejor si le dejamos en sus manos nuestra vida entera.
El siguiente versículo dice:
«Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguna de sus bondades. Salmos 103:2»
Mujer Victoriosa, los momentos difíciles suelen ser desafiantes para nuestra FE, pero no nos dejemos caer por el enemigo, sigamos firmes y plenas en que el Señor será quien nos bendiga y nos llene de bendición. A pesar de nuestro dolor alabemos al Señor día a día con nuestras acciones. Si lo conocemos a ÉL, sabemos que Él obrará de gran manera en nuestras vidas.
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