Esperar no es fácil. Hay momentos en los que sientes que has orado, confiado y hecho todo lo posible, pero las respuestas parecen no llegar. Sin embargo, es precisamente en esa espera donde Dios trabaja de formas que tus ojos aún no pueden ver.

YouTube player

A veces creemos que el silencio de Dios es ausencia, pero en realidad es preparación. Mientras tú esperas, Él acomoda piezas, abre caminos y forma tu carácter. Lo que hoy parece un “no”, mañana puede revelarse como un “espera, tengo algo mejor para ti”.

smiling young woman enjoying the city on sunny day, concept of happiness and urban lifestyle

El profeta Habacuc escribió:

“Aunque la visión tardará aún por un tiempo… se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espérala, porque sin duda vendrá.” (Habacuc 2:3)

Este versículo nos recuerda que la promesa de Dios no caduca con el tiempo. Cada proceso tiene su propósito, y cada temporada de espera tiene una lección divina que fortalece la fe.

Si estás en una etapa en la que no ves resultados, no pierdas la esperanza. Dios no se ha olvidado de ti. Él escucha tus oraciones y está preparando el momento perfecto para cumplir lo que te prometió.

Mientras tanto, sigue caminando, sigue creyendo y sigue adorando. Porque al final, la fe no se trata solo de recibir lo que pedimos, sino de confiar plenamente en el corazón de Aquel que sabe lo que es mejor para nosotras.

Y cuando llegue la respuesta —porque llegará— mirarás atrás y entenderás que cada día de espera fue una parte esencial del milagro.

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x